top of page

Una verdadera definición de resiliencia

El testimonio de una mujer de 26 años del norte de Uganda, sonriendo después de que su vida cambió para mejor


Por Sr Lina Siabana (Embajadora WWO)


Una mujer de 26 años del norte de Uganda encarna la resiliencia y fortaleza que el Observatorio Mundial de Mujeres (WWO) busca resaltar y apoyar. Su historia de vida es un claro ejemplo de sufrimiento profundo y de una transformación notable, reflejando la visión del WWO de empoderar a las mujeres y fomentar el cambio social.


Su infancia estuvo marcada por una violencia extrema y opresión. Fue secuestrada por Ejército de Resistencia del Señor (Lord’s Resistance Army) a los siete años, presenció el brutal asesinato de su familia y fue obligada a vivir horrores inimaginables. Durante 19 años, convivió con los rebeldes, soportando abusos sexuales, abortos forzados, y graves traumas físicos y psicológicos. Su existencia era pura supervivencia, aprendiendo a matar y sometida a condiciones inhumanas, incluyendo el ser obligada a comer carne humana cuando se agotaban los suministros de comida.


A pesar de estas atrocidades, su espíritu permaneció intacto. Su punto de inflexión llegó cuando se dio cuenta de la disminución de personas en su grupo y de la creciente amenaza a su propia vida, impulsada por el deseo de una vida con dignidad y sentido.


Su situación cambió gracias a diversas intervenciones que se le ofrecieron. Tuvo que ser bautizada y cambiar su nombre, y recibió tratamiento para varias infecciones debido a los abortos inseguros y a infecciones de transmisión sexual no tratadas. Le resultaba muy difícil recordar lo que había vivido, temía que los rebeldes la buscaran y lidiaba con el peso de la conciencia de las atrocidades que había cometido. Se sintió empoderada cuando se dio cuenta de que, cuanto más hablaba de su vida en un lugar donde se sentía segura y sin ser juzgada, más se restablecía la paz en su interior. Así comenzó su proceso de reconciliación con Dios, consigo misma y con los demás.


El impacto positivo de las intervenciones es significativo. Ya no llora ni grita en la noche cuando las experiencias vuelven a su memoria, y puede utilizar técnicas que le enseñaron para crear un espacio seguro para sí misma cuando no está en terapia. Ahora trabaja en un restaurante, y hay esperanza de que, al estabilizarse, gane más confianza y explore oportunidades de formación en habilidades. Es alentador verla ganarse la vida con su trabajo, demostrando el poder de la resiliencia y la importancia del compromiso personal en la transformación.


Desde mi perspectiva como embajadora del Observatorio Mundial de Mujeres, los elementos clave en su proceso han sido estar presente con ella, escuchar su historia sin juzgarla y aceptarla como una mujer en una situación de vulnerabilidad que no eligió. Escuchar ha sido crucial. Este rol me ha hecho darme cuenta de que soy un instrumento que puede traer esperanza donde se ha perdido, especialmente al trabajar con mujeres. También ha fortalecido mi convicción de que cuando se escribe la historia de una persona, puede cambiar la historia de otras.


La colaboración con los sacerdotes y algunas mujeres laicas que primero entraron en contacto con ella y la hicieron sentirse parte de la comunidad como una familia facilitó el éxito de todo el proceso. Su apoyo fue invaluable para ayudarla a reconstruir su vida y encontrar un sentido de pertenencia y propósito.

Comments


  • Instagram
  • Facebook
bottom of page